Somos seres sociales, y nos encantan las historias.
De hecho la historia que nos cuentan, es eso, una historia.
Las historias tienen algo evocador, algo de fantasía, y muchos otros ingredientes como trocitos de chocolate, o marmolina, lo cual las hace excitantes, y al mismo tiempo las hace parecer sólidas, como el mármol.
Los ingredientes hacen que todo parezca una cosa o parezca otra.
La presentación ayuda. De hecho la presentación lo es todo, porque en realidad ninguna mezcla es original y verdaderamente como auténtica. Todas tienen algo que no es real pero las hace maravillosas. Y como nos encantan las historias, buscamos que nos encandilen, que nos impresionen y nos encanta enamorarnos de las historias.
Así que así se hace el mundo, se crea una autoridad, una fuerza, y se crea un relato. En realidad la fuerza está en el relato.
Pocas autoridades de basan o se sostienen únicamente en la violencia o en la fuerza.
Estamos en una época de cambios, y van a suceder varias cosas:
La primera de todas es que van a ir cambiando el relato para que aceptemos el cambio de autoridad, y podamos justificar cualquier cosa.
Ya ha pasado, llevamos dos años, ahora están intentando un escalón más alto que el anterior, esto viene del mono.
Vivimos enganchados a las historias, aunque estas se van cambiando y mutando y adaptando la presentación.
Esa necesidad de escuchar historias, y esa necesidad de pensar que son ciertas es nuestro punto débil.
Algunos lo transforman en la búsqueda de la verdad, e indagan hasta llegar a ella, si es que es eso posible completamente.
Otros sin embargo deciden creer la historia que se les presenta, y santas pascuas. A partir de ahí, la duda sobre la historia presentada, se convierte en un inconveniente, en un ataque a la seguridad. Se transforma en la necesidad de mantener la historia como una verdad.
Ahora bien, ese juego de las historias, sucede a todos los niveles, sucedes en términos de explicación y justificación de la realidad compartida, en lo que llamamos la sociedad.
Sucede también en términos familiares o de grupo. Hay una historia que vertebra la idea del grupo. Le da sentido y hace coherente lo que suceda, hasta que se rompe, y se cambia de ámbito o de historia.
Pero lo más interesante es que sucede a un nivel personal, interno, propio de cada uno.
Nosotros mismos tenemos la capacidad de proponernos una historia o comprar una que nos han vendido o sugerido, y creérnosla. Es más, podemos crear una historia, al fin y al cabo, somos creyentes de historias, contadores de historias.
Todo lo que hay en nuestra vida es una historia que nos permite mantener la hilazón, la ilusión y el sentido.
Al fin y al cabo La Historia es algo que nos han contado, no estuvimos ahí, y los datos que se tienen de ello están, pero basta con unos cuantos para hilar una realidad diferente. Por eso lo interesante de las distintas interpretaciones históricas.
Hoy he tenido un momento de pausa y he visto una de esas películas alemanas que ponen en la 1, concretamente esta:
«Rosamunde Pilcher Zu hoch geflogen Herzkino 2013»
«zu hoch gelflogen»
https://www.imdb.com/title/tt3443090/
Es fascinante porque es una historia dentro de una historia, lo que te cuentan que sucede y como te cuentan que es resulta ser completamente artificial, y aún así, sirve a la historia.
Es una película romántica para ver al mediodía, y funciona.
No la voy a destripar, pero es una película alemana, con actores alemanes, pretendiendo suceder en Inglaterra, eso ya me llamó la atención, porque los coches eran ingleses o al menos conducidos con el conductor en el lado derecho.
Y en todos los planos se ve un campo apoteósicamente limpio, sereno, ordenado.
no se si será así el campo inglés (o el alemán) pero es parte de la historia, o al menos parte de la presentación.
Obviamente en el cine, y también en televisión, y en las fotos y en Instagram, tratamos de buscar el rincón bonito, el encuadre mágico y adelante!
Lo interesante de haber visto esta linda historia que cuentan en la película, enrevesada, pero sin pasión, no era una película turca. Pero hacían el intento, y sirve, porque explora la realidad que sugiere, que va contando, enlatándola en un ambiente.
Y así hacemos todos, nos contamos una historia, sobre quienes somos, sobre de dónde venimos, sobre que sucede en el entorno.
El truco de todo esto, es comprender que es una historia, y comprender que a pesar de ser una historia podemos vivir con ella, disfrutarla, usarla para explicar la realidad, y al mismo tiempo saber que es sólo una historia, y ahí se abre el abismo.
Ese abismo es el que sucede cuando vislumbras el abismo insondable de la realidad compleja, cuando no es sólo lo que crees.
En otras palabras: necesitamos una historia para simplificar nuestra relación con la realidad, y para explicar y justificar dónde estamos y que somos, y lo que hacemos, pero si no somos conscientes de que es una historia, corremos el peligro de ser abducidos por la misma, y eso es lo que ha pasado, es lo que sucede.
En este cambio de era, lo que vamos a ver es que muchas historias se van a caer, y otras muchas van a surgir, y algunas se van a establecer.
Ahí va a depender mucho que tipo de historias nos gustan o nos convencen, porque vas a acabar eligiendo creer una de ese tipo. Ese entrenamiento que cada uno recibe en su familia, en el grupo social y de amigos, en la escuela, es el que determinará el tipo de historia que elijamos creer, o crear.
Yo os invito a todos a comprender que somos seres sociales que necesitan una historia, a ser compasivos con las historias de los demás, algunas dramáticas, otras tristes, algunas exaltada, otras felices y simples, otras románticas, otras de pasión pretendida interpretada por actores alemanes haciendo de ingleses…
Sin la compasión necesaria para comprender la necesidad de los demás (y nuestra) de creer en nuestras historias, no podremos comprender a los demás.
En el fondo somos todos ciegos a la realidad, porque miramos a las historias, y si estas no son convincentes, van cambiando.
El yogui, el buscador de la verdad, tiene que relacionarse con la verdad, y el primer paso es darse cuenta de que la realidad no es ninguna historia contada, simplemente es. Pero para llegar a ella tenemos que atravesar múltiples historias e interactuar con cientos o miles de personas que están participando activamente en ellas. Cada uno en su debido papel, tal como le corresponde por la historia que se cuentan.
La realidad es un abismo, las historias son amables, incluso las más crueles.
La relación con la luz o con la iluminación, y no digamos la liberación, parten de comprender que todo son historias y podemos apartarlas como apartamos una cortina.
Ahora bien, cuando apartas la cortina, ya no puedes volver a tu interpretación anterior y realizarla de la misma forma convencida y convincente, porque ya has visto más, y hay algo más del abismo que has experimentado.
Como humanidad y como personas estamos a través de un cambio enorme, que va a marcar una ruta totalmente diferente a la que traíamos. Las cosas están cambiando, pero nuestras historias no lo han hecho, entonces empiezan a resultar forzadas.
Cuando una historia se fuerza, o la interpretación para mantenerla, el resultado es como el de unos alemanes haciendo de ingleses, pretendiendo vivir la pasión latina en Inglaterra.
No funciona, y en ese proceso muchas personas se van a ir descolgando de la creencia básica de esa historia. Al universo (y a la mente) no le gustan los huecos, el vacío, así que los rellenará con otras historias. Serán más o menos normales, más o menos conspiranoicas, más o menos amable, compleja o simple, dependiendo de nuestras preferencias y necesidades.
Así que en este despertar, te deseo que te desintoxiques de las historias que no te hacen bien, que te reconcilies con el abismo, y que cuando te creas una historia de las que nos contamos no pierdas de vista ese abismo insondable que somos, y en el que vivimos.
Sólo teniendo los pies en el aire del abismo, sentados en el acantilado podemos formular las maravillosas historias con las que jugamos y creamos nuestra vida.
Y deseo que llegues a darte cuenta de que tu, también estrés tu propia historia, cuando antes, te desprendas de ella, y comprendas que solo es tu historia pero no lo que tu eres, antes llegarás a tu núcleo.
Al acabar este artículo, Lara, me ha mandado este video de Marta Gómez, que habla de ritualitos, más sobre nuestras historias, y lo hace desde un punto muy alegre, muy realista, y muy del día a día…
A cada uno su historia!
Un gran abrazo!
No hay mucho que decir de cierta importancia sobre mi. Soy Sikh, profesor de Kundalini Yoga, también formador de profesores de K.Y. y doy algunas clases de K.Y. He sido programador de páginas web con resultados dispares. También he sido profesor de programación y diseño elemental de páginas web con HTML, JavaScript y PHP. Afortunadamente colaboro con una academia de renombre en el aspecto técnológico: CICE, donde doy cursos basados sobretodo en tecnología web: PHP, Javascript, HTML, CSS, Ajax. Así como MySQL http://www.ciceonline.com Siempre relacionado con tecnologías de código abierto. Ahora estoy volcado en un proyecto de comunidad yóguica en el campo, en Guadalajara. Well there is not more important to say about Devta except that it's me! I am a Kundalini Yoga Teacher, spanish, fallero, and I had being a computer programmer, oriented to PHP and Web Pages and Web Applications. Fortunatly I work in CICE, a technology and computer academy, in Madrid. http://www.ciceonline.com. There I teach PHP, Javascript, HTML, CSS, AJAX and other web related techonolgy, and MySQL. Always related open source technology and code. Now I teach K.Y. classes and teachers training courses. More and more I am working to build up a little yoguic community in the country, in Guadalajara, near Madrid (Spain).
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